Hemos encontrado un lindo gatito que se había perdido.
En esta ocasión, no hemos trabajado sobre una acuarela de Hermana Menor, sino que hemos utilizado una sencilla silueta un poquito naív, y que hemos montado sobre una base de resina.
Luego un toque malva en el lacito y ¡voilá!

Sólo nos queda colgarle el cascabel. A ver si encontramos la forma de agujerear la resina y poder colgarle uno para que no se aburra y juegue con él.

Y bien, ¿qué tal ha salido el misifús?