13 jun 2010

Lagrimones

Feliz domingo. Habla Hermana Mayor.
Como ya he gritado a los cuatro vientos, por activa y por pasiva, anoche fue a la ópera la arriba firmante. La verdad es que a esta ciudad no vienen muchos espectáculos, y la temporada de ópera es corta y no muy generosa. Sin embargo, y para ser del todo justa, tengo que reconocer que los montajes del Maestranza son de una grandísima calidad. Y así fue ayer, para no decepcionarnos.
Disfruté muchísimo, desde mi discreta butaca, del amor, de la pasión, de los celos, de los prejuicios, del desenfreno y la voluputuosidad y, como no, del sufrimiento decimonónico llevado a la enésima potencia. Maravilloso, de verdad. Unos lagrimones como garbanzos, y el rÍmel haciéndome autopistas mofletes abajo. Todo un espectáculo de alquitrán facial.
Lo mejor: la puesta en escena... ¡Qué dramatismo! Increíble el código de colores, las luces. Con decir que me gustó hasta el bailongo, que es lo que más odio de todas las óperas. Lo peor: la orquesta se comía, a veces, las voces... o lo que es lo mismo, a las voces les faltaba un algo (perdóneme el resto del teatro, que parecía no estar de acuerdo).
Y ahora, servidora promete un homenaje. En cuanto reciba el material en cuestión, nos pondremos manos a la obra para sacar la colección "Traviata-estraviada-damadelascamelias"

2 comentarios:

  1. joooooooo que emoción me imagino y que ganas de ves esa nueva colección, mucho ánimo, suerte y manos a la obra o a la ópera jejeje besitos

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  2. Mejor obra que ópera. Fácil de entender cuando se ha oído cantar a Hermana Mayor

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